martes, 8 de mayo de 2007

Lo cotidiano

Un buen bocado de pay de queso, mi piel sumergiéndose lentamente en el agua caliente de la tina, sábanas frías antes de que les duerma encima, una mordida a un mango maduro sin llegar al hueso. Actuar un personaje que no he entendido, encontrar la expresión precisa, estirarme antes de levantarme, recordar lo que olvido. Un beso dado de una forma nueva, unos ojos que insisten, bailar a oscuras, hacer pipi en la regadera. Un campo recién llovido, el morado que atardece, una idea subversiva, las palabras al oído. Entender un chiste en su idioma original, los 10 primeros pasos después de salir del cine, llegar al cuarto de hotel el primer día en un país nuevo, coger en horario laboral. Todas estas cosas, imprescindibles justo después de hacerlas, pasan por mi memoria disfrazadas de insignificancia. Bienvenida la intrascendente vida diaria.

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