martes, 8 de mayo de 2007
De nueve a seis
Describir el más mínimo contraste duele. Por eso trabajo todos los días, de nueve a seis. Salir en punto es el máximo acto de rebelión. De nueve a seis no hay amor ni mundo ni poesía. El miedo es el business casual. Miedo a vivir, a crear, a querer. Entumecimiento. Qué bien se vive ahí donde no hay que inventar. De tu gris a mi gris hay un saltito insignificante. Qué bien se muere aquí!
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