martes, 7 de agosto de 2007

Querer amar

Querer amar. Un aguijón eléctrico entre dos como todo origen y el guerrero aparece sin más, sin justificaciones ni disculpas, y se te planta enfrente, desafiante y seductor, artimañas añejas perfeccionadas a través de los tiempos, apto para sobrevivir. Emprende mil proezas sublimes contra el ego, el entumecimiento y el cinismo, contra la incredulidad y la lógica. Enfrenta mil dragones, a nobles y valientes, a viles y cobardes. Retoza su espada en la carne tan pronto se interpone. Él quiere amar. Y cuando el monumental viaje soportado solo para seguir existiendo llega al reducido espacio espiral donde nace tu ombligo, se decide el rumbo del mundo: honrar o no su Épica. En el útero de todo lo posible, decides entre darte al dulce engaño de sentirte uno con el otro, o dejarte vaciar de nuevo. Valiente el que se rinde ante un guerrero cansado y victorioso solo por sobrevivir. Loco porque decide ser atravesado. Bendito porque permite que un milagro suceda. Amarnos.

No hay comentarios: